El pasado jueves once de octubre, Nagore Gore, miembro-fundador del grupo de cabaret Las Fellini, acudió a la I Jornada LGTB+ y Comunicación de la Universidad del País Vasco. La mesa redonda, que se celebró a lo largo de la mañana en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación, giró en torno a la visibilidad y las libertades de este colectivo. Gore, con un atuendo de lo más llamativo, habló sobre sus inicios en el mundo del espectáculo transformista y se metió al público en el bolsillo en apenas unos minutos.
La I Jornada LGTB+ y Comunicación se estaba celebrando en el auditorio de la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de UPV/EHU. La hora de comer estaba cerca y no había mucha gente, pero el público esperaba expectante a Nagore Gore. Con una peculiar peluca roja y una barba totalmente canosa, Gore, miembro fundador del grupo de cabaret Las Fellini, subió al escenario dispuesta a hablar sobre transformismo.
“Estoy acostumbrada a actuar, pero no a dar charlas…” –comenzó nerviosa Nagore Gore- “Además, mi presbicia no me deja leer bien la pantalla”. Ocasionando así una tímida risa entre el público, la artista empezó a rememorar el origen de Las Fellini. El grupo de cabaret nació en un bar llamado Bailongo, en Bilbao. Desde entonces, además de actuar en lugares aleatorios, han estado siempre en el Badulake (¡cada jueves!).
El mundo del transformismo, el mundo drag, se empezó a conocer más en los años 90. Según Gore, “todo era color y fantasía” y ellas solo querían divertirse y salir al escenario en clave de humor. A lo largo de los años, Las Fellini han generado un gran impacto por su parodia y crítica social constante. “Nos gusta pensar que la gente, una vez que nos ve actuar, sale con la mente un poco más abierta”, aseguró.
Con el público totalmente a sus pies, la artista planteó lo siguiente: “¿Por qué mi aspecto?”. Aunque vista de mujer, su enorme barba le delata. Tranquila, explicó que, en su vida diaria, quiere mantener su identidad como hombre; en el escenario, prefiere explotar su “lado femenino”. Dicho esto, defendió que cualquiera puede ser travesti: “Da igual lo que tenga en la entrepierna”, zanjó.
Nagore Gore aprovechó también para criticar el tema del glamour en el transformismo: “Si te subes como transformista a un escenario, ¿por qué hay que ir glamurosa? Hay que ir como cada uno se sienta a gusto y punto”. A raíz de eso, nacieron las barbas, las medias rotas, las pelucas de colores… “Es muy necesario reírnos de los roles” –advirtió- “Lo importante es que haya diversidad, y respetarla, y reivindicarla”.
Sin dudarlo ni un segundo, Gore dejó claro que los prejuicios acaban con nosotros. “¿Qué es ser masculino? ¿Se puede ser femenino teniendo barba?”, cuestionó. Por eso, recordó a los jóvenes la importancia de reivindicar la libertad de actitud: “Si tienes pluma, si no tienes pluma… ¡Qué más da!”. Asimismo, insistió también en la libertad de vestimenta: “Vestid como os guste a vosotros, no a los demás”.
Para acabar, Nagore Gore concluyó: “Ojalá algún día ver a un travesti presentando los informativos o a una lesbiana, de éstas que se ve que lo son, como presentadora de un programa de máxima audiencia”. Por todas estas cuestiones sin normalizar, y con un caluroso aplauso del público, Gore cerró su discurso recordando lo necesario que es seguir luchando por la “visibilidad” y por la “formalización” del colectivo LGTB+.
¡Si queréis saber más acerca de Nagore Gore y Las Fellini, no dudéis en visitar su página web!
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Espero que os haya gustado 😉
¡Nos vemos pronto por aquí!
SoySara
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